Se estrena "El cliente", un drama de honor y venganza en Teherán
Algunas grietas son evidentes, como aquellas que conforman el edificio donde viven Emad, un joven maestro, y Rana, su esposa, y que amenaza con derrumbarse. Sin embargo, otras fisuras invisibles. Estas son tan solo los primeros signos de un posible desastre y han despertado un gran interés en el director Asghar Farhadi. De vuelta en Irán después de un paréntesis en Francia (del que nació el film Passé), el director se comporta una vez más como un arquitecto, construyendo un escenario implacable en el que cada pieza está montada sin que el espectador sea siempre consciente y sin que los personajes alcancen a medir las consecuencias de su existencia.
¿Qué ha pasado en esta historia? Es la pregunta que trata de responderse Emad y que le llevará en su búsqueda a ser objeto de las miradas ajenas que pondrán en entredicho la relación hasta ahora sin mancha que tiene con su mujer.
Esta vez, la mujer se encuentra en el centro del cuadro diseñado por Farhadi, pues el juego de sus silencios y sus miradas, aumentan la tensión de la película a la vez que se mantiene en un segundo plano deliciosamente enigmático. Si Shahab Hosseini (Emad) fue premiado en Cannes por un premio de actuación y le añadimos el premio a mejor guión otorgamos a Farhadi, no hay duda de que la brillante actuación de la joven Taraneh Alidoosti habría merecido ampliamente la misma distinción.