"El silencio" demuestra la fe de Scorsese en un proyecto apasionado
Veintiocho años más tarde, el film de Martin Scorsese El silencio se estrenó el jueves, planteando cuestiones de fe tanto con respecto al tema como a la dedicación de Scorsese en el proyecto.
«Es conmovedor que el director me pidiese acompañarle en esta aventura que ha ido viviendo estos últimos 28 años», declaró el actor Andrew Garfield.
En El silencio, Garfield interpreta a Sebastiao Rodrigues, un sacerdote jesuita portugués del siglo XVII que viaja a Japón con un compañero misionero en busca de su mentor, el padre Cristóvão Ferreira, encarnado por Liam Neeson, quien ha renunciado a su fe bajo tortura. Los sacerdotes llegan a Japón en un momento en que el catolicismo está fuera de la ley, y enfrentan la violencia y la persecución en su misión evangelizadora, lo que provoca una profunda crisis de fe.
El épico drama histórico se basa en la aclamada novela de 1966 del mismo nombre del escritor japonés Shusaku Endo y fue filmada en Taiwán.
Scorsese ha afirmado haber quedado impresionado por las preguntas que el libro plantea sobre la fe, la duda, la debilidad y el papel de Dios frente al sufrimiento humano. Sin embargo, conseguir los derechos del guión le llevó al director ganador de un Oscar 15 años, y la búsqueda de financiación resultó difícil. La película, de duración inusualmente larga (casi tres horas de film), no ha sido incluida en las nominaciones para los Globos de Oro o el Screen Actors Guild este año.